miércoles, 7 de marzo de 2012

La Empatía:

Es una destreza básica de la comunicación interpersonal, ella permite un entendimiento sólido entre dos personas, en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un dialogo. Esta habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura.

Uno de los elementos clave que forma la inteligencia emocional, es la empatía, la cual pertenece al dominio interpersonal. La empatía es el rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de empatía? La empatía no es otra cosa que “la habilidad para estar conscientes de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de “leer” emocionalmente a las personas.

Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas. Así como la autoconciencia emocional es un elemento importantísimo en la potenciación de las habilidades interpersonales de la inteligencia emocional, la empatía viene a ser algo así como nuestra conciencia social, pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.

El proceder con empatía no significa estar de acuerdo con el otro. No implica dejar de lado las propias convicciones y asumir como propias la del otro. Es más, se puede estar en completo desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de ser empáticos y respetar su posición, aceptando como legítimas sus propias motivaciones.


http://www.proyectopv.org/1-verdad/empatia.htm




 Socializacion:

Se denomina socialización al proceso a través del cual los individuos aprenden e interiorizan las normas y los valores de una determinada sociedad y cultura específica. Este aprendizaje les permite obtener las capacidades necesarias para desempeñarse con éxito en la interacción social.

En otras palabras, la socialización es la toma de conciencia de la estructura social que rodea a una persona. El proceso es posible gracias a la acción de los denominados agentes sociales, que son las instituciones y los sujetos representativos con capacidad para transmitir los elementos culturales apropiados. Los agentes sociales más importantes son la escuela y la familia, aunque no son los únicos.

Los especialistas suelen hablar dos tipos de socialización: la primaria, que es el proceso donde el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y sociales, y la secundaria, que tiene lugar cuando ciertas instituciones específicas (como la escuela o el ejército, por ejemplo) aportan competencias específicas.

El austriaco Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, ha definido la socialización desde una perspectiva del conflicto, como el proceso mediante el cual los individuos aprenden a contener sus instintos innatos antisociales.

El psicólogo suizo Jean Piaget, por su parte, se basa en el egocentrismo como uno de los aspectos fundamentales de la condición humana, que se controla a través de los mecanismos de la socialización.

Por último, podemos mencionar que Robert A. LeVine ha distinguido tres apartados fundamentales en el proceso de socialización: la culturización, la adquisición del control de los impulsos y el adiestramiento de rol.



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